Por el Ing. Hector Alcar, docente de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Exactas e investigador en Transformación Digital de UADE.
El 84% de las empresas en Argentina, sobre un total de 530.000 registradas, posee menos de 10 empleados y solamente el 2% emplean a más de 100 trabajadores. Ante esta situación, resulta desafiante y complejo creer en el crecimiento empresarial basado en la innovación.
El crecimiento económico PYMES no solo favorece al dueño del emprendimiento, sino que también, indefectiblemente, impacta de manera positiva en el desarrollo de un país en cuestiones que van desde el aumento de producción, exportaciones, generación de divisas y creación de empleo. Una de las variables para fortalecer al sector empresarial es la innovación, como catalizador esencial para el éxito y la sostenibilidad a largo plazo del sector empresarial.
El gran desafío se centra en lograr que las PYMES argentinas, donde el 84% de ellas cuentan, escasamente, con menos de 10 empleados, alcancen la innovación. Para esta “evolución” se deben tener en cuenta múltiples factores. Para empezar, cómo es su cultura organizacional. Se debe alentar la creatividad y curiosidad entre sus empleados, creando un entorno donde las nuevas ideas sean bienvenidas y se celebren los intentos, incluso si resultan en fracasos. La tolerancia al riesgo y la flexibilidad son elementos clave de una cultura innovadora, ya que permiten a las empresas argentinas adaptarse rápidamente a un entorno en constante cambio.
Además, la inversión en investigación y desarrollo se ha vuelto fundamental para impulsar la innovación en una PYME. En Argentina, las empresas destinan recursos dispares para explorar nuevas tecnologías, procesos y productos, áreas que han experimentado un crecimiento sostenido y una mayor competitividad en el mercado. La implementación de soluciones basadas en tecnologías facilitadoras puede mejorar significativamente la eficiencia operativa y abrir nuevas oportunidades en el mercado. Asimismo, la adopción proactiva de estas tecnologías no solo optimiza los procesos internos, sino que también posiciona a las empresas a la vanguardia de la innovación en la región.
Teniendo en cuenta que la innovación no se limita a las paredes de la empresa, colaborar con otras organizaciones, ya sea a través de asociaciones estratégicas, alianzas o participación en este tipo de ecosistemas, pueden generar sinergias significativas. Las empresas deben estar dispuestas a revisar y ajustar sus estrategias según evolucionan las circunstancias y las tendencias del mercado local. El análisis de los éxitos y fracasos pasados proporciona información valiosa para mejorar continuamente y mantenerse a la cabeza en el mercado argentino.
Algunos tips para ir incorporando innovación en una PYME y crear una cultura innovadora en una organización cambiante y creciente, son los siguientes:
- Vigilancia tecnológica: una pyme, en forma continua, debe explorar nuevas tecnologías y tratar de mantenerse a la vanguardia de los avances tecnológicos, actualizado sobre las últimas tecnologías relevantes para su industria, así como también experimentar con nuevas herramientas y métodos que puedan mejorar la eficiencia y la productividad. La vigilancia tecnológica puede ser una excelente para estar a la altura de los avances.
- Explorar y explotar la colaboración y la comunicación: a través de métodos a medida de la empresa, creando espacios y plataformas para que los empleados colaboren y compartan ideas. Promover la comunicación abierta y transparente que facilite la transmisión de ideas. Establecer equipos multidisciplinarios para abordar desafíos desde diversas perspectivas.
- Aprovechar el ecosistema que rodea a la empresa: participar en eventos del sector, conferencias y ferias comerciales para estar al tanto de las tendencias. Establecer alianzas estratégicas con otras empresas, instituciones académicas o startups. Explorar oportunidades de colaboración que puedan impulsar la innovación.
- Invertir en formación y desarrollo continuo: crear oportunidades de formación en habilidades técnicas y creativas entre los empleados. Estimular el aprendizaje continuo y la adquisición de conocimientos relevantes. Invertir en el desarrollo profesional para que los empleados estén al tanto de las últimas novedades en su industria.
- Promover una cultura de innovación: fomentar un ambiente donde la creatividad y la toma de riesgos sean valoradas. Promover que los empleados propongan ideas nuevas y piensen fuera de lo convencional. Reconocer y recompensar las contribuciones innovadoras para incentivar la participación.
En conclusión, la innovación es un elemento clave para el crecimiento y la supervivencia en el mundo empresarial, y en nuestro país en particular, representa una oportunidad potencial para el desarrollo productivo. Hay un largo camino a recorrer aun: modificaciones en ciertos hábitos del siglo pasado, recambio generacional, accesos a financiamientos accesibles para aplicaciones concretas y motivar a vencer la resistencia al cambio, son algunos de los aspectos cualitativos que deben atenderse.
Fomentar una cultura de innovación, invertir en investigación y desarrollo, adoptar tecnologías avanzadas y colaborar estratégicamente, son pasos cruciales para garantizar que las empresas argentinas no solo se mantengan relevantes, sino que también lideren el camino hacia el futuro en el contexto empresarial específico del país. La innovación no es simplemente una estrategia; es una mentalidad que impulsa la evolución y el progreso económico. Aquellas empresas que abrazan este enfoque no solo sobreviven, sino que prosperan en un mundo cambiante, volátil, incierto y complejo.