A pocas semanas de las elecciones legislativas en Argentina, la economía crece en forma dispar, mientras en Brasil, su principal socio económico la situación política y económica se complica. De estos temas conversamos en Agenda Pyme radio con Eduardo Crespo, economista de la UBA y docente en la Universidad Federal de Río de Janeiro.
«Argentina ya viene con una inercia inflacionaria y a esto se suman aumentos de precios internacionales. Sin ir más lejos, Brasil pasó de una inflación anual de 3% al 10%. Estados Unidos está en 5%, lo que pone presión en los alimentos. Y a esto hay que agregar que las elecciones parlamentarias, hay una expectativa de salto cambiario. Y los formadores de precios se adelantan para cubrirse frente a posibles pérdidas de capital. En Argentina se está combinando todo esto», describió.
«No es fácil salir de esta situación en que con pocas reservas se busca evitar una devaluación con la consiguiente caída de ingresos. En un contexto donde se busca recuperar la economía, un salto cambiario es complicado», apuntó.
«La economía está frente a una recuperación que se va a manifestar en el empleo y niveles de ingresos pero el cuadro financiero-económico es delicado», diagnosticó.
«Hay un análisis equivocado de quienes hablan de inflación por emisión. Por demanda tampoco, hay que mirar el uso de capacidad instalada. Hoy no se necesita invertir para aumentarla. Lo que hay es previsión de aumento de costos y quien llega tarde pierde a la hora de reponer insumos y mercadería», describió.
En cuanto a la situación en Brasil, Crespo comentó: «Brasil pasó por hiperinflación en los 90. La diferencia es que tiene acumuladas reservas y eso le da cierta estabilidad cambiaria. Si bien hubo una devaluación de 3 a 5 o 6 reales por dólar, no hay una puja distributiva porque tienen un 14% de desempleo. También hubo un diferencial de tasas de interés a favor del Real, por lo que quien apuesta al Real gana y acá quien apuesta al peso pierde. Acá necesitamos salir de la brecha (cambiaria) y poner incentivos, una tasa de interés más atractiva para quedarse en pesos, y bajar la inflación.
«De Brasil no podemos esperar ninguna ayuda. La previsión de crecimiento es de 1%. Y según mi experiencia es optimista. No me sorprendería una recesión. Tienen un techo de gasto público, hay mucha gente endeudada y no habrá crecimiento de las inversiones. La situación es compleja. Se necesita un cambio político. Y Si hay una caída en Brasil van a caer nuestras exportaciones»
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