El análisis de Hernán Lechter, economista del CEPA (Centro de Economía Política Argentina)
El anuncio de la fórmula presidencial Macri-Pichetto fue muy bien recibido por los mercados: las acciones subieron fuertemente, los bonos comprimieron spread, el dólar se desplomó y el Riesgo País bajó desde los máximos marcados la semana pasada.
Sin embargo, no hay evidencia de un cambio de tendencia en las variables financieras. Más bien, el “efecto Pichetto” habría servido más como excusa para impulsar un rebote generalizado y luego retornar a la tendencia habitual: de suba en el Riesgo País, caída o lateralización del MERVAL y volatilidad en el tipo de cambio.
Por su parte, la alarma en los plazos fijos sigue vigente: la conformación de colocaciones a plazo en pesos (principal herramienta de absorción en este modelo) continúa desacelerándose y dando lugar a un fenómeno de desahorro en moneda local. Esto se desprende fácilmente de contemplar que mientras los plazos fijos se desaceleran, los depósitos en dólares y la demanda de pesos para transacciones (M2) crece a ritmos crecientes. Como si fuese poco, esta tendencia se profundiza en el segmento minorista, donde el stock de plazos fijos medido en términos reales cae cerca de 20 puntos con respecto a 2018.
Mientras tanto, el Gobierno sigue colocando deuda en el segmento interno y el Programa Financiero entra en su etapa más compleja. El Tesoro renovó todas las LETEs que vencen esta semana, pero la letra colcoada con vencimiento en 2020 (primera vez que colocan a dicho año) salió a una tasa del 7%, lo que muestra las complejidades que tendrá el rollover en la segunda mitad del año. Asimismo, ofreció este jueves BOTAPO (TJ20) y reabrió la colocación de las 4 LELINKs colocadas hace 15 días.
Finalmente, las acciones y los bonos tuvieron una semana de subas generalizadas impulsadas por el “efecto Pichetto”, dado que no se observaron cambios relevantes en los fundamentals.