Los efectos de la inflación y la falta de actualización de los precios frente a los saltos cambiarios, triplicaron en casi un año la brecha del costo de producción y el precio de venta, situación que se fue agravando por la finalización de la Asistencia Económica Transitoria, que el gobierno no prorrogó. “Por cada garrafa perdemos hasta $839, porque el gobierno nos está obligando a trabajar por debajo del costo de producción, lo cual es inconstitucional”, señaló Pedro Cascales, presidente de la Cámara de Empresas Argentinas de Gas Licuado (CEGLA)