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Armar un árbol de Navidad cuesta entre $ 10.000 y $ 150.000

En la actualidad, se pueden encontrar diferentes tipos de arbolitos de navidad y adornos que van desde bochas, cintas, boas, colgantes y luces. El precio de los arboles de navidad depende principalmente de la altura, el color y la cantidad de ramas o puntas, es decir, a mayor cantidad de ramas o cuanto mas frondosos y altos son, mayor precio. 

Cabe señalar que los arbolitos de industria nacional tuvieron un incremento del 80% en sus precios respecto a la navidad del año 2023, muy por debajo del nivel de inflación acumulada. Para esta temporada, la expectativa es alcanzar las ventas del año pasado. 

La forma de distribución y comercialización fue cambiando en las últimas décadas en todo el mundo, pasando de ser comercializados en los tradicionales puntos de venta como jugueterías a encontrarse en los negocios como polirrubros y supermercados, con una amplia oferta de productos importados.

La tradición navideña está asociada a la unión de la familia, el júbilo y el encuentro con los más cercanos. No obstante, en las últimas décadas, los conflictos familiares, la falta de tiempo y el stress, contribuyeron a que se perdiera la fuerza de los festejos como se hacían anteriormente. 

Además, hoy podemos observar nuevos formatos de familia muy diferentes a las tradicionales grandes mesas numerosas que se reunían alrededor del arbolito de Navidad. En los últimos años encontramos mayor cantidad de padres separados no solo con hijos pequeños sino también con hijos adultos que, a su vez, tienen parejas cuyos padres también están separados y formaron nuevos grupos familiares. 

Pero todos estos factores, no deberían complicarnos si planificamos y nos enfocamos en la importancia de la Navidad para los niños, ya que ésta fomenta la capacidad de socialización y el sentimiento de solidaridad al compartir con los seres queridos. Psicólogos afirman que el armado del arbolito genera en los más pequeños, esta capacidad de socialización a través de interactuar y divertirse junto a su familia. 

Por eso, en estas vísperas navideñas, los invitamos a volver a armar el arbolito de fabricación nacional, volver a la tradición de comprar todos los años un nuevo adorno y que cada 7 años se regale un arbolito a alguien que no tenga. En definitiva, los convocamos a recuperar estos momentos de reflexión y reuniones familiares, únicas e irrepetibles, fomentando los valores más importantes como la solidaridad, la unión de la familia y el fortalecimiento del vínculo de los niños y niñas con sus seres queridos.  Que esta Navidad nos encuentre a todos unidos en familia y con sus seres queridos.

 

ANTECEDENTES

En Argentina, la industria navideña hasta fines de los años setentas, se especializaba en la producción de árboles de gama “baja” fabricados con PVC o en su defecto, con polietileno o madera. La oferta era complementada con árboles de media y alta gama que se importaban desde Europa, principalmente desde Italia y Alemania. 

A partir de la década del ochenta, la industria argentina comenzó a incorporar maquinarias europeas con alta tecnología, integrando todo el proceso de fabricación, decoración y un riguroso control de calidad. En ese sentido, la industria nacional comenzó a ofrecer árboles más frondosos como el pino canadiense y logró satisfacer las diferentes demandas del mercado nacional e internacional con productos modernos y cuidadosamente terminados. 

El mayor nivel de ventas de la industria nacional se registró a principios de los noventas, cuando además de vender localmente, comenzó a exportar a diferentes mercados sumamente exigentes como España (ventas al Corte Inglés), México (Walmart), Brasil (Carrefour y otras cadenas), Bélgica, Líbano, Grecia, Colombia y Venezuela, entre otros países de la región. En el año 1998 comenzó a bajar el nivel de actividad debido al agotamiento del ciclo económico asociado al plan de convertibilidad y posterior crisis de 2001. No obstante, después de la salida del “uno a uno” con el nuevo esquema de precios relativos, el sector continuó exportando y llegó a exponer sus productos en las principales ferias del mundo como las de Frankfurt y Nuremberg, en Alemania. 

Con el avance de la competencia china, el retraso cambiario y tras el estallido de la crisis económica financiera mundial en 2008, las exportaciones argentinas fueron perdiendo participación en el mercado externo. A modo de ejemplo, en 2005 se exportaban productos navideños a 16 destinos por más de 1 millón de dólares mientras que en 2010, los envíos se redujeron a 7 países totalizando 223 mil dólares y en 2016, se exportó principalmente a Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay por 133 mil dólares. Actualmente las exportaciones son marginales, siendo Chile y Uruguay los destinos de las ventas internacionales de arbolitos de navidad pero la cámara está trabajando en volver a posicionar el sector en el exterior.

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