Entre cerros, cañaverales, el edificio de un antiguo Ingenio azucarero y una hermosa mansión de fines del siglo XIX con un parque diseñado por Carlos Thais, el Centro de Biotecnología Aplicada (CIBA) de la Universidad de San Pablo, en
Tucumán, es una institución de referencia en desarrollos biotecnológicos para la industria azucarera.
Allí se desarrollaron nuevas variedades de caña transgénica resistentes a sequía y herbicidas para su uso en alcohol y bioetanol.
Las variedades HB4, resistentes a la sequía, ya fueron testeadas exitosamente y estarían por ser aprobadas para su aplicación en bioetanol que se mezcla con las naftas.
Dentro de los laboratorios del CIBA se llevan adelante procesos de micropropagación, una técnica biotecnológica que permite la mutiplicación y mejoramiento de plantas con fines productivos.
Este centro biotecnológico de avanzada pertenece a la Universidad de San Pablo, creada en 2007 por la Fundación para el Desarrollo del grupo azucarero Los Balcanes. Actualmente se dictan allí 36 carreras de grado y posgrado, vinculadas a problemáticas y
actividades regionales como: Medicina, Abogacía, Contador, Comercio Exterior, Diseño Industrial, Arquitectura, Tecnicatura en Alimentos y Licenciatura en Gestión de Empresas Agroindustriales; así como tecnicaturas en bromatología, maquinaria agrícola de precisión y guardaparques.
Actualmente cuenta con más de 1.200 alumnos y buena parte de ellos reciben becas para estudiar. También cuenta con un colegio secundario pre universitario en la localidad de San Pablo.
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