La Asociación Aves Argentinas promueve el Sello CAA (Cultivo Amigo de las Aves) entre productores de Yerba Mate en la Selva Misionera. Para esto, desarrollaron un protocolo de producción que impulsa la conservación de una o dos hectáreas de selva por cada hectárea de cultivo de esta infusión nacional.
La organización también viene impulsando, en sus 12 hectáreas de yerba mate en proceso de certificación orgánica, la plantación de especies nativas para integrar “sombra forestal” para el cultivo. Gracias a esto, ya existen vínculos formales con 8 productores que suman unas 140 hectáreas de producción orgánica y 880 hectáreas de selva en pie.
Aves Argentinas se encarga de verificar y acreditar, con la entrega de documentación para el productor primario y empresas, las condiciones de incorporación del sello CAÁ en los envases de los productos. El proyecto abre las puertas a que puedan suscribirse tanto empresas elaboradoras de yerba mate orgánica -para su consumo tradicional u otros como mate cocido o bebidas-, como productores de la hoja verde y otros actores posteriores en la cadena de valor.
En Argentina se producen unos 300 millones de kilos de yerba mate elaborada, para el consumo interno y la exportación al Mercosur, Chile, Siria y otros países. El consumo de yerba mate ronda los 6,4 kg/año/habitante, lo que supera en más de 7 veces al resto de las infusiones.
En su cultivo convencional se plantan hileras cada 3 metros, con 2500 a 3000 plantas /ha sujetas a podas de cosecha -al menos tres por año-, o de formación para mantener el porte arbustivo sin deteriorar la sanidad y el crecimiento. Solo se produce en Paraguay (4%), sur de Brasil (34%) y la Argentina (62%).