El comercio exterior argentino muestra signos de recuperación a pesar de la pandemia. Para analizar este fenómeno consultamos al economista y consultor Ricardo Rozemberg, economista jefe del Centro de iDeAS de la Universidad Nacional de San Martín, Director del Observatorio Pymex del Instituto de Estrategia Internacional de la Cámara de Exportadores de la República Argentina.

«La caída de las exportaciones en 2020 fue muy grande, de un 16%, con caída de precios también en un contexto internacional muy difícil por la pandemia. Lo que estamos viendo hoy es una fuerte recuperación, sobre todo de los precios», analizó.

«Las exportaciones del primer cuatrimestre aumentaron un 21%. De ese aumento, un 16% es por precios, y un 5% es por cantidades. Estamos viendo un fuerte aumento de precios por la recuperación del consumo en el mundo, fundamentalmente de commodites».

«En cuanto a los productos industriales, son más estables. Hay un crecimiento de las expo por la recuperación de Brasil, y esto se ve en el sector automotriz y otros insumos industriales, pero es un efecto más de precios que de cantidades».

«Argentina, en la última década tuvo un retracción en la inversión de innovación. Por eso no tenemos la capacidad de exportar productos y servicios maś innovadores. Nos especializamos en productos y servicios de la primera etapa de al cadena de valor: commodities y horas hombre en servicios que no son los de mayor valor. Se observó la reversión de un patrón exportador que estaba agregando valor y hoy se ha re-primarizado, en parte porque es también lo que el mundo está demandando a la Argentina».

En cuanto a las negociaciones entre el Mercosur y la Unión Europea, Rozemberg destacó: «Tuvieron un importante avance y en 2019 y a partir de ahí por múltiples factores, entre ellos la pandemia, hubo un estancamiento. Lo que hubo fue un pre-acuerdo y a partir de ahí hubo un freno por la cuestión ambiental. Era un tema que ya estaba, y por cuestiones políticas, volvió a ponerse en agenda», señaló.

«Hay que ir a una apertura administrada. Argentina y Brasil son economías bstante cerradas y no nos ha ido bien», sostuvo. «Lo que tenemos hoy es una apertura de una vía: importamos bienes de capital con arancel cero y cuando nosotros vendemos alimentos, pagamos aranceles altísimos», destacó.

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