A partir dela decisión gubernamental de suspender las exportaciones de carne para frenar la escalada de precios, organizaciones de la economía popular desplegaron un menú de alternativas.
Por un lado, los mataderos y frigoríficos recuperados, agrupan a más de 1400 trabajadores y cubren un 4% del mercado interno con posibilidad de llegar al 10%, destacó en un comunicado la Mesa de Frigoríficos Recuperados. Este agrupamiento, que incluye a 12 frigoríficos a lo largo del país, solicitó a las autoridades algunas medidas como: aumento del peso de faena (para dar tiempo a la reproducción del stock ganadero); y créditos a tasa subsidiada para adaptarse a la resolución que obliga a partir de 2022 a comercializar las reses en fracciones cuyo peso no supere los 32 kg.
Por último los trabajadores de empresas recuperadas instan a «analizar y ejecutar líneas de trabajo para atender el mercado interno y externo, y recuperar el precio popular de la carne para todas y todos los argentinos».
En tanto, la UTT (Unión de Trabajadores de la Tierra), realizó el sábado 29 un #ASADAZO en Avellaneda, Buenos Aires, para ofrecer tira de asado a precio popular ($460 x Kg.).
Mientras las entidades del campo concentrado realizan un lockout ganadero desde hace más de una semana y amenazan con nuevas medidas, El Otro Campo realiza acciones solidarias para alimentar al pueblo y propone mayores medidas estatales que apoyen a pequeños productores para abastecer el mercado interno.
El consumo de carne en Argentina es el más bajo en décadas: tras un aumento de 390 % del precio en los últimos cuatro años, la carne se ha convertido en uno de los alimentos de más difícil acceso para los sectores populares.