En diálogo con Nino Fernández, por Agenda Pyme, Adrián Palacios, titular de la Unión de Kiosqueros de Argentina, UKRA, analizó la realidad de estos pequeños comercios.
«A fines de 2019 se había generado un repunte, y un consumo interno positivo en el verano, comparado con los años anteriores», comentó Palacios.
«En marzo, con la pandemia, el aislamiento preventivo que apoyamos porque salvó muchas vidas, generó un impacto profundo por falta de circulación de las personas. No se justificaba tener abierto», puntualizó.
«La caída al principio fue abrupta. Entre 60 y 70%. Pero los comercios de barrio empezaron a incorporar productos de la canasta alimentaria y de higiene personal, también herramientas de cobro de servicios. Nos adaptamos rápidamente a las circunstancias», sostuvo.
En los últimos meses, tuvimos una ayuda económica de Coca Cola Argentina para los kiosqueros que no tenían para reponer sus productos por falta de venta. Esto nos ayudó a reactivar rápidamente. Hoy vemos más circulación y se recuperaron ventas.
La iniciativa consistió en cursos de capacitación, que se venían realizando desde 2016, especialmente para mujeres kiosqueras y emprendedoras. Este año se reforzaron y se agregó una ayuda económica para reponer mercadería.
«Hoy funcionan en el país más de 100 mil kioscos, y entre el 70 y 80% de ellos es atendido o administrado por mujeres», comentó Palacios. «En general es un grupo familiar, están la esposa y los hijos atendiendo. Es algo cultural, y se traslada el trabajo de generación en generación».
«Tuvimos cierres de kioscos céntricos, por los alquileres altos que no se pudieron mantener por falta de ventas», remarcó el directivo de UKRA. Todavía no tenemos el número de las bajas. Esperemos que sean pocas.
Por otro lado, el kiosco es también una alternativa laboral para quien ha perdido el empleo. Son comercios tradicionales que incorparon nuevas tecnologías
Escuchá la entrevista