A partir del nuevo cepo cambiario, el efecto positivo en la Economía que generó el acuerdo con los bonistas parece diluirse y bajan los bonos mientras sube el riesgo país. Para aclarar este panorama, desde Agenda Pyme consultamos al economista Federico Furiase, director de la consultora Eco Go.
«La economía ya venía golpeada por la crisis cambiaria de 2018/19 y luego vino el default y después la pandemia. El gobierno tuvo que cubrir el agujero fiscal con emisión monetaria, y los argentinos piensan en dólares. Eso derivó en una tensión cambiaria en paralelo con la negcociación de la deuda. Al cerrarse la negociación, se abrió un camino para un programa macro consistente en lo monetario, cambiario y fiscal .
Pero el gobierno dió una señal cambiaria que no convenció, inició negociaciones con el FMI pero no hay avances, y se quedó con una tasa de interés corta. La presión cambiaria siguió sobre las reservas y en vez de presentar un plan macro consistente e ir por un desdoblamiento cambiario, eleigió forzar el cepo y eso generó más desconfianza y con esto aumentó el riesgo país, la brecha cambiaria y sigue drenando reservas», analizó el economista
«Se necesita un shock de confianza a nivel político. El congelamiento de las tarifas de las telco y la reforma judicial generaron ruido. El gobierno tiene que avanzar en las negociaciones con el FMI, bajar el déficit fiscal, subir la tasa de interés y mejorar el tipo de cambio para exportadores», sostuvo. Todo esto aprovechando el tiempo que da el acuerdo con los bonistas, ya que no hay vencimientos (de la deuda) hasta 2023.
Un dólar financiero a $ 145 y un dólar exportador que queda en $ 50, con una tasa de interés corta no dan incentivos para exportar y sí dan incentivos para importar. Hay que bajar retenciones o permitir liquidar una parte de las exportaciones al dólar exportador.
«El gobierno lo último que va a convalidar es un salto en la devaluación», diagnosticó.
«El desdoblamiento formal del tipo de cambio lo que hace es perpetuar la expectativa de brecha cambiaria, con lo que no mejora la perspectiva de las exportaciones. La política cambiaria debe tener un plan económico consistente detrás», remarcó.
En cuanto a las versiones sobre «un nuevo corralito», el economista fue categórico: «no hay un fundamento. Los dólares están y se está prestando muy poco en dólares, básicamente a exportadores».
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