Así, las ventas continúan cayendo y la producción se desploma.
La imparable inflación repercute contra las ventas de algunos sectores y en el último tiempo se agravó en el sector de la indumentaria. La crisis del sector se tradujo nuevamente en caída de ventas en todo segmento comercial y un desplome fenomenal de la producción industrial.
Es que, los precios de la ropa pierden contra la inflación, que en marzo trepó al 54,7% deteriorando el poder de compra local.
Según el INDEC, la inflación alcanzó el 54,7% interanual en marzo de 2019 marcando un nuevo récord desde el año 1991. Estos incrementos generalizados de precios presionan a la baja el ingreso real de la población, es decir, su capacidad de compra.
En rigor, el INDEC informó que el poder adquisitivo del salario de los trabajadores formales se contrajo un -11% interanual en febrero de 2019, mientras que el poder adquisitivo de jubilaciones, pensiones y asignaciones familiares cayó un -12,9% en abril según estimaciones propias.
De esa manera, en la medida en que los precios continúen ganándole la carrera a los ingresos de la población, no habrá recuperación del poder de compra impactando negativamente sobre el nivel de consumo y, por lo tanto, sobre la producción local y el empleo.