En total 21 emprendedores fueron los que cumplieron los requisitos de tener Monotributo, estar bancarizados y poseer máquinas de coser.
Desde el inicio de la cuarentena obligatoria decretada por el Gobierno Nacional, un grupo de vecinos emprendedores textiles del Barrio 31, convocados por el equipo de Emprendedores de la Secretaría de Integración Social y Urbana, se unieron para fabricar barbijos desde sus casas para poder venderlos en forma mayorista.
En total 21 emprendedores fueron los que cumplieron los requisitos de tener Monotributo, estar bancarizados y poseer máquinas de coser.
Gracias a una primera donación de friselina (material del que están hechos los barbijos) se confeccionaron 5000 barbijos y fueron vendidos a algunos comercios dentro del barrio y a la misma Secretaría, lo que les permitió reinvertir en más materia prima y aumentar su stock para poder vender a empresas y comercios fuera del barrio.
La idea es continuar vendiendo los tapabocas fuera del Barrio, poder articular con empresas, PyMEs y comercios para llevar su producto a toda la Ciudad.
Para esto se formó una alianza con Wibai.com.ar, una plataforma de compras colaborativas online a través de la cual se organizó un “pool” de compra para la venta mayorista de 2.500 barbijos en packs de 50 unidades cada uno.
Los barbijos son confeccionados uno por uno en los talleres de los emprendedores. Poseen 3 capas de tela de friselina y elásticos a los costados, además tienen un hueco en el medio con espacio para agregarle una servilleta para sumarle protección.
Una vez finalizados los tapabocas, el equipo de la Secretaría se encarga de la logística de entrega y distribución de los mismos.