La especialista en género y fundadora de Alabadas.com destacó la necesidad de un cambio cultural para terminar con la brecha de género en el ámbito laboral. Según el World Economic Forum, en el contexto actual se necesitarían 257 años para lograrlo.
Desde hace varios años que en la Argentina y el mundo la brecha de género es cada vez más profunda, y los tiempos de cuarentena -más de 100 días en el país- no han sido la excepción.
En diálogo con Ventana Abierta, programa radial que se emite por FM Milenium, Jorgelina Albano, especialista en género y fundadora de Alabadas.com, destacó: «El World Economic Forum todos los años hace un estudio sobre 149 países donde mide la brecha de género en diferentes ámbitos. Una de las que mide es la brecha económica, que lo mide en cuántos años harían falta para que esa brecha pudiera cerrarse», y agregó: «En 2018 daba 204 años. En 2019 esa brecha aumentó en 53 años. El WEF va midiendo y dando argumentos de por qué esto es así».
Los argumentos de la fundación con sede en Ginebra, explicó Albano, van desde el poco acceso al capital que disponen las mujeres hasta la falta de ofertas laborales en empleos donde «la posibilidad de ganar más dinero es más rápida». Otro problema donde se reflejan estos números, subrayó, es en la inteligencia artificial. «Hoy está haciendo estragos. Si una empresa tiene que reclutar personas en determinado puesto, desarrolla un algoritmo para buscar esas personas. El que diseña ese algoritmo en un 82% de casos es hombre. Aunque fuese una mujer, hay una cultura organizacional patriarcal. En el algoritmo también se va a colar de algún modo el sesgo de género. Eso agranda la brecha. Hay que hacer un esfuerzo adicional».
Alabadas nació en medio de la búsqueda por visibilizar y generar un cambio en este sentido. Según su fundadora, «el propósito es ser un acelerador cultural para la igualdad de género. La idea era mostrar cómo funciona la cultura para que quien viese las entrevistas -más de 130 realizadas en todo el mundo con personalidades como la ex presidenta de Chile Michelle Bachelet- pudiese ver cómo las mujeres perdemos oportunidades por los sesgos inconscientes de género, producidos por una expectativa que tiene la cultura por haber nacido con genitales femeninos».
Si bien Albano destacó que alrededor del planeta se realizan esfuerzos adicionales para el reclutamiento de personas con igualdad de género, considera que «el único esfuerzo que tendríamos que hacer es desarmar los sesgos de género». «Cuando desarmas eso, lo que queda es el talento», subrayó.
En cuanto al rol del Estado en la lucha por el cambio, remarcó el trabajo realizado durante el gobierno de Macri con Fabiana Tuñez en la dirección general de las mujeres y lo hecho por la Ciudad de Buenos Aires. «Ahora tenemos un Ministerio de Género que está haciendo cosas. No hay todavía demasiadas estadísticas de, por ejemplo, cuántas mujeres y hombres cobran subsidios del Estado. Es un dato que estaría bueno ver porque sabrías cuántas personas hay en el mercado informal», sumó.
Por último, señaló que a su parecer, «hacen falta campañas que ayuden al cambio cultural. Muchas veces el Estado se centra en políticas y leyes, pero cuando la cultura no da permiso para esa implementación, quedan en un papel», y cerró: «Hay que trabajar en los modelos mentales. Las maneras en las cuales miramos, operamos y como sociedad damos permiso para que determinadas cosas sucedan, y las tomamos como naturales. Si seguimos hablando de un mundo binario de mujer y varón, eso no va a suceder».