Dicen que habían adecuado sus comercios con protocolos sanitarios y que se deben buscar “alternativas creativas y no prohibiciones”.
Luego de que el presidente Alberto Fernández anunciara la extensión de la cuarentena obligatoria hasta el 7 de junio, las medidas de retroceder en la flexibilidad abarcan en la Ciudad y AMBA ya que los casos de contagio crecieron.
Es por ello que desde el gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires decidieron retomar la estrategia del cierre de comercios en varias zonas de la Capital.
“Esto implica un serio retroceso en términos de recuperación de la actividad y presupone una aceleración en el proceso de quebranto que atraviesa el sector”, sostuvo la Federación de Comercio e Industria (FECOBA).
En un comunicado, FECOBA consideró que la situación cuasi terminal del comercio de barrio se ve nuevamente afectada a raíz de la decisión de restringir la actividad lo que terminará por acelerar una ola de despidos y quiebras en el sector del que no se tenga precedente. “El comerciante hizo muchos esfuerzos por adecuar su negocio a los protocolos, garantizó el distanciamiento social y respetó las medidas sanitarias. No es responsabilidad de los comercios si la circulación de personas en calles y avenidas aumenta. Creemos que es imprescindible que las medidas se tomen al cabo de un trabajo conjunto entre el gobierno y los propios comerciantes”, afirmó Fabián Castillo, presidente de la federación.
Al mismo tiempo, Castillo recordó que “es necesario buscar herramientas creativas superadoras y no soluciones de fácil cumplimiento que implican decretar la muerte de las pymes de la Ciudad”.
Por otra parte, FECOBA explicó que los comercios establecidos en las principales arterias son los que pueden facturar y movilizar más la economía de la ciudad, con miles de familias que dependen de ellos.
“Si los vecinos salen de sus casas y en lugar de ir a comprar lo que necesitan aprovechan para pasear, reunirse en esquinas a conversar, lo que falla es la responsabilidad ciudadana. La culpa no la tiene el comerciante. De hecho, sí el problema fueran los comercios, deberíamos estar vendiendo todo el día y apenas llegamos a facturar el 30 por ciento”, advirtió Castillo al tiempo que recordó que “hasta ahora el sector no ha recibido ningún incentivo que le permita paliar esta situación”, agregó.
“Para cuando se decida retomar la actividad, entre el 25 y el 35 por ciento de los comercios habrá desaparecido, dejando un tendal de desocupados y habiendo desfinanciado al Estado por la imposibilidad de pagar los impuestos. Hace 70 días que la mayoría de los locales están cerrados y lo que está en juego es la subsistencia», subrayó Castillo. Desde FECOBA resaltaron por último que “no se trata de cuestionar las decisiones sanitarias ni de dejar de comprometerse en la lucha contra el coronavirus sino de sostener al sector que más empleo genera y más impuestos paga así como tomar decisiones lógicas escuchando a sus protagonistas”, concluyó.