“Cuando trabajaba en una empresa en la que no podía decir que yo era gay, no me gustaban los lunes porque tenía que inventarme un fin de semana lleno de actividades distintas a las que había vivido para poder compartirlas con mis compañeros de trabajo.” Cuenta uno de nuestros voluntarios. Y agrega “el lunes era un día perdido laboralmente porque era tanta mi exigencia, tenía mucho miedo que me descubrieran en la mentira.” Lamentablemente este no es el relato de una sola persona, sino que es similar al de todas aquellas que no pueden expresar su realidad porque el entorno no es respetuoso con su identidad de género ni su orientación sexual.
La diversidad tiene que ver con el trato equitativo y la promoción de oportunidades a personas con distintas características, historias, experiencias o procedencias. Como dice en la publicación del INADI Entender la Discriminación: “históricamente, las sociedades han hecho de las diferencias sociales, culturales o físicas un argumento para la hostilidad o la exclusión, mostrando grandes dificultades para asimilar el simple hecho de que la humanidad es variada y que todas las personas somos diferentes.”
Y los ámbitos laborales no han estado exentos de esto. Por eso, desde hace un poco menos de 10 años que se ha comenzado a trabajar sobre la diversidad en los ámbitos laborales.
Hay estudios muy interesantes, como el de Josh Bersin que publicó en el 2015, en el que concluye que las compañías que trabajan los temas de la diversidad tienen 1.7 más chances de ser líderes en innovación, que las que no lo abordan. Ésta es una cualidad importante para las empresas ya que es una de las características que se valora como ventaja competitiva en el mercado.
Dentro de las empresas hay 3 tipos de discriminación laboral: la discriminación por parte del empleador, por parte de los compañeros de trabajo, y por parte de los consumidores. Cuando hablamos de empresas que trabajan la diversidad, normalmente hablamos de compañías que buscan sensibilizar en los primeros dos tipos de discriminación. Es decir: se busca la sensibilización en cuanto a la importancia de la diversidad en los recursos humanos, resaltando la importancia de generar grupos heterogéneos de trabajo que tienen la capacidad de resolver problemas más rápido que equipos cognitivamente iguales.
Para trabajar en temas de sensibilización, desde Cero a la Derecha tenemos varios proyectos como los es la Actividad Humanizando Etiquetas que busca desafiar prejuicios a través del diálogo, o los Talleres de Comunicación Libre de Discriminación. En este taller lo que buscamos es evidenciar la discriminación a la que estamos cotidianamente expuestos, entender cómo la naturalizamos y la replicamos en nuestros propios mensajes.
En una de las actividades, una persona nos dijo en tono de queja “¡Pero ya no se pueden hacer chistes, todo les cae mal!” Para nosotros es importante poder redefinir qué es el humor. El chiste es algo gracioso para todas las partes: un insulto no es un chiste, una denigración no es un chiste, una descripción física no es un chiste. Un chiste es una expresión que causa gracia a quien lo dice, a quien lo recibe y a la persona a la que describe. Sino, no lo es.
El 3er tipo de discriminación, como consumidores, es más complicada de desarticular aún. No acostumbramos a consumir productos o servicios de personas a las que discriminamos. Existen emprendimientos productivos organizados e implementados por personas con discapacidad, o de talleres protegidos, o en villas, ¿pero cuántas veces consumimos o contratamos esos servicios?
Dentro de las empresas ha comenzado lentamente a cambiar. Desde la flexibilidad en los horarios, la vestimenta, hasta la existencia de puestos de trabajo dedicados a trabajar temas de diversidad, equidad e inclusión. En otra, se han formado comités específicos de temáticas de género y el empoderamiento de la mujer, del colectivo LGBT, de discapacidad.
Es muy interesante ver cómo el mundo laboral se ha modificado. Antes eran las empresas que elegían a sus empleados, hoy las nuevas generaciones son las que eligen en cuál empresa quieren trabajar. Estas nuevas generaciones que vienen con tanta educación en cuanto a sus derechos y sus libertades, son los primeros en elegir empresas en las que los valores de la diversidad sean respetados.
Por Marcela Baigros
Directora de Cero a la Derecha