El dirigente de UKRA alertó sobre el cierre de fábricas, la informalidad digital y la presión tarifaria.
Adrián Palacios, vicepresidente de la Unión de Kiosqueros de la República Argentina (UKRA), trazó un diagnóstico crítico sobre la situación del sector en el actual contexto económico . “Lamentablemente, algunos kioscos tuvieron que cerrar, a nivel nacional, son kioscos históricos de los centros urbanos de cada localidad”, lamentó en Agenda Pyme.
Palacios atribuyó el fenómeno a la caída del consumo interno, el aumento de tarifas y el encarecimiento de la canasta básica. “El poder adquisitivo del trabajador no llega a fin de mes. Las paritarias no fueron adecuadas a la realidad social que estamos atravesando”, afirmó. Según el dirigente, el sector ya venía golpeado desde la pandemia, con un crecimiento de formatos alternativos como el kiosco-ventana o el kiosco-garage, ante la imposibilidad de afrontar alquileres.
Actualmente, hay unos 80 mil kioscos registrados como monotributistas y responsables inscriptos, aunque en épocas de estabilidad económica el país llegó a tener 150 mil kioscos y 100 mil almacenes. “En Argentina, entre kioscos y almacenes, hay 250 mil cuando la economía se mantiene”, explicó Palacios.
El impacto también alcanza a los fabricantes: una empresa de galletitas cerró su planta en Chascomús, dejando a más de 80 trabajadores sin empleo, mientras que en Santa Fe una fábrica de caramelos cesanteó a 60 empleados en julio. “Nuestros fabricantes están teniendo las consecuencias”, advirtió.
Palacios también alertó sobre la competencia desleal: “Hoy competimos mucho con los productos ilegales que se venden por internet. Hay una empresa muy conocida que comercializa productos de dudosa procedencia”. En cuanto a la rentabilidad, señaló que ronda entre el 25% y el 30%, aunque los cigarrillos —producto clave en el rubro— tienen márgenes muy bajos. “Siempre solicitamos a los gobiernos nacionales una rentabilidad del 30% en ese producto”, reclamó.
Finalmente, destacó que en tiempos de crisis son las segundas y terceras marcas las que mejor se venden y ofrecen mayor rentabilidad. “El kiosquero que tiene espalda mantiene el horario de 24 horas, pero es cada vez más difícil sostenerlo”, concluyó.