Es notorio el grave efecto que está causando al sector PYME, en particular al comercio, el intenso ajuste que lleva adelante el gobierno nacional con aumentos desmedidos en los servicios públicos y en un contexto de recesión, bajas ventas y pérdida de rentabilidad, señala el documento

El aumento en el precio del combustible impacta directamente al costo del flete al que se suma una mayor incidencia en los precios de los seguros, tanto por los aumentos de dicho servicio como el porcentual al valor declarado.

Los incrementos de valías de las mercaderías no se condicen con el valor del dólar ni con los indicadores inflacionarios que difunde el INDEC mensualmente, sufriendo variaciones semanales que además de resultar en una pérdida de stock, merma de capital, mayores costos fijos operativos y, fundamentalmente, menor poder adquisitivo del consumidor, factores que llevan al sector comercial a una situación sumamente crítica, siendo los supermercados barriales, los kioscos y almacenes de proximidad los más vulnerables, sin dejar de ponderar el franco riesgo de los demás rubros, especialmente los que al mismo tiempo deben afrontar el desmesurado costo de los alquileres.

El anuncio hecho público en estos días sobre el tremendo incremento tarifario del servicio de energía eléctrica informado por distintos medios de prensa nacionales y, localmente, por el Gerente de Energía de REFSA, Ing. Benjamín Villalba, nos preanuncia una situación desesperante toda vez que debemos considerar que la actividad es electro dependiente, poniendo en riesgo cierto la continuidad de centenares de comercios y la pérdida de fuentes de trabajo de muchos formoseños.

Se estima un incremento en las facturas domiciliarias de 183% para usuarios residenciales de ingresos altos; 177% para los de ingresos medios y de 185% para los de ingresos bajos, o sea, los más vulnerables y segmento más amplio social, pero también, nuestro principal cliente. Pero para el sector industrial y comercial, el aumento estimado no sería inferior al 300%.

A título ilustrativo, brindamos algunos datos oficiales a diciembre del 2023 publicados por el INDEC. El EMAE (Estimador Mensual de Actividad Económica), la incidencia negativa por rubros fueron: -5.2 para la Construcción; -8.5 para el sector Comercial Mayorista y Minorista; -11.9 para la Industria Manufacturera, coincidente con el guarismo negativo en el consumo de electricidad, gas y agua; -12.2 para la Actividad Financiera.

En tanto que el Centro de Estudios de la U.I.A informa que para enero del corriente año, la caída en la producción fue del 60.8%; las ventas internas cayeron un 69.2% y una merma de empleos del 20.9%. También se determinó que todos los sectores relevados tuvieron un MDI (Monitor de Desempeño Industrial) inferior a 50.

Por su parte, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa – CAME, en su Circular mensual de Variación de Ventas informa que en febrero, a valores constantes, las ventas minoristas PyMEs cayeron un 25.5%, acumulando un 27% negativo para el primer bimestre del año resultando los rubros de Alimentos y Bebidas, Farmacias y Ferreterías, Materiales Eléctricos y de Construcción los más afectados, con 33.3%; 39% y 28.2% de ventas negativas, respectivamente. Concretamente, si ponderamos la variación de ventas interanual tenemos el -33.3% mientras que la acumulada resulta en -35.2% y la variación intermensual es de -7.6%.

Por otra parte, según informe del mes de diciembre/2023 del B.C.R.A. la mora crediticia para empresas fue del 4.4% y de familias 7.2%, lo que implica un crecimiento del 37% comparado con noviembre del mismo año.

Los ingresos de los trabajadores, más allá de los aumentos salariales acordados, no alcanzan a compensar mínimamente la rotación comercial ya que además de los factores aquí explicados, hay que entender que el brusco aumento en los combustibles, servicios públicos, medicamentos, transporte y de la canasta básica han disminuido sustancialmente el poder adquisitivo y que debido a la decisión de liberar las Tasas de Interés bancarias y sus costos administrativos, han limitado el uso de las Tarjetas de Crédito, ya sea por prudencia o por el pago mínimo de arrastre al que se suma el pago de un recargo financiero que puede llegar a superar una TEA del 300%.

Por lo expresado, es lógico comprender que los costos de la energía, el agua y fiscales son imposibles de satisfacer. Nuestro quebranto implica menor recaudación fiscal, exponencial crecimiento en la mora por deudas contraídas y un mayor deterioro social.

Sobre esto último, un estudio del ODSA de la UCA dado a conocer recientemente reveló que la población en situación de indigencia creció del 9,6% observado en el tercer trimestre de 2023 al 14,2% en diciembre de 2023 y al 15% en enero de 2024.

También examinó los niveles de pobreza, para determinar también los efectos del impacto inflacionario post devaluación. El relevamiento arrojó como resultado que el porcentaje de personas en situación de pobreza pasó del 44,7% en el tercer trimestre de 2023 al 49,5% en diciembre de 2023 y al 57,4% en enero de 2024.

Para no extendernos más en esta detallada y mínima descripción que se suma al desamparo que padecemos por parte de las autoridades decisorias y administradora de la cosa pública es que solicitamos que, con carácter de suma urgencia, se resuelva:

Que los aumentos de luz y agua para el sector PyME provincial de todos los rubros, sean aplicados acorde al crecimiento económico a fin de posibilitar su pago y evitar graves consecuencias económicas al sector.

Se aplique un plan de pagos a Tasas subsidiadas para aquellas empresas con deudas fiscales provinciales y se gestione un sistema similar para deudas bancarias.

Desde la Cámara de Pequeñas y Medianas Empresas de Formosa – CAPYMEF, recordamos a las autoridades que los comercios barriales y del interior son los que realmente ayudan a la contención social y los que generan mayores oportunidades laborales. No son los capitales monopólicos quienes se establecen en barrios humildes, ni siquiera en el interior. Tampoco son ellos quienes colaboran con sus vecinos al seguir brindando, pese a todo, el famoso crédito de honor, es decir, la tradicional “Libreta de Almacenero”.