En medio de una incertidumbre generalizada y colectiva, palabras como inequidad, volatilidad, complejidad son protagonistas del día a día para las empresas.
Existen varias cosas que pueden hacer como pymes sin tener que ocupar mucho tiempo para reducir riesgos financieros, por ejemplo:
- Conocer el riesgo de los clientes, de proveedores y de la propia pyme mediante un informe comercial o scoring crediticio. De forma inmediata podemos entender si nuestros clientes van a cumplir con sus pagos, si nuestros proveedores van por buen camino y si nosotros como pyme estamos aptos a obtener financiamiento que nos permita crecer.
- Llevar registro claro de ingresos y gastos para entender bien el flujo de efectivo, evaluar si es necesario financiamiento; el dinero tiene que ser invertido rápidamente para que no pierda su valor.
Conocer los riesgos financieros les permitirá a la pymes y comercios tomar decisiones de inversión y de financiamiento que se ajusten a su negocio y que no sean decisiones apresuradas que muchas veces son perjudiciales y destruyen valor.
Conocer el riesgo y prepararse para asumirlo
Marcos Impala, Co-Founder de Tirr, asegura: “Conocerte como negocio te permitirá ahorrar tiempo y recursos. Entender cuál es y cómo se compone tu score te brinda una mejor oportunidad a la hora de solicitar financiamiento a las entidades financieras. En una pyme se tiene mucho por hacer y el tiempo no sobra, conocer el scoring te va a permitir ir al banco con un planteo muy claro de la situación para la negociación, además, ayudará a entender si el crédito puede ser o no aprobado casi de manera anticipada”.
Por su parte, Juan Lanzarotti, Co-Founder de Tirr, destaca: Educarnos financieramente si tenemos un negocio es clave, porque nos permite reducir riesgos, fraudes, nos permite hacer mejores negocios, y ahorrar tiempo (el bien más escaso) que luego se traduce en dinero”.
Hernan Puertas, líder de Empresas en seguros SURA, agrega: «La educación financiera nos permite mejorar como sociedad, ser más conscientes y objetivos en nuestras decisiones y reducir brechas”.
La clave de la preparación de los riesgos está en llevar una buena gestión, conocer a los proveedores, a los clientes y las propias capacidades. Cuanta más información financiera tenga de todo esto, mejor preparada estará la pyme para evitar cualquier contingencia que pueda surgir.
Por ejemplo, si mis clientes tienen mal score, no vender a plazo o pedir garantías, no anticipar pagos y empezar a buscar segundas opciones es una buena práctica. Además, si mi score es malo, empezar a generar un historial crediticio positivo.