«Se volvió a abrir el mercado europeo del limón y la demanda en el mercado interno se mantiene, aunque los precios no son los mejores», sostuvo Pablo Padilla, de la Asociación Citrícola del NOA (ACNOA), en diálogo con Nino Fernández, por Agenda Pyme Radio.
Hoy el limón representa el 85% de la producción de cítricos en el Norte. Aunque también hay producciones de importancia en naranja y pomelo en Salta y Jujuy. La mandarina está principalmente en la zona del litoral.
«El mundo no está fácil, por la pandemia y los problemas logísticos. Y la situación financiera en Argentina tampoco es fácil. Nuestra actividad demanda grandes inversiones en capital de trabajo en un cortísimo plazo. Porque se produce lo que se va a vener en un año en tres meses», apuntó Padilla.
Tuvimos una actividad moderada. Se proceasaron 1.400.000 toneladas para la industria: jugo cáscara y aceite esencial, y se exportaron 260.000 Tn de fruta fresca. Crecimos casi 100% en volumen de Exportaciones a Estados Unidos y recuperamos junto con Senasa el mercado Europeo para el limón, uno de los más importantes. No tuvimos ningún problema fitosanitario, resultado del trabajo entre organismos públicos de investigación y control y el sector privado», destacó.
Básicamente se exporta: limón fresco, derivados (jugo, aceite y cáscara deshidratada para producir pectina para la industria alimentaria). El 90% de la producción se exporta., explicó Padilla.
En cuanto al mercado interno: el consumo está estable, aunque los precios no son los mejores. Es un producto muy demandado por su contenido de vitamina C y porque refuerza las defensas. Hoy representa un 7 a 10% de la producción (150.000 Tn) y en divisas un 5%.
Las naranjas y limones no pagan derechos de exportación, pero sí la cáscara deshidratada (12%) y el aceite esencial 3%. No deberían pagar, hay un error de tipificación aduanera, porque nos ponen como residuo industrial, cuando son productos con valor agregado.
El limón representa para Tucumán, más del 50% del ingreso de divisas. El impacto social es importante porque la actividad limonera emplea a 50 mil trabajadores, más que otras actividades agropecuarias.
En cuanto al impacto de la pandemia en el ausentismo laboral «como estamos en temporada baja, no se está sintiendo fuertemente. Nuestra mayor actividad se da entre marzo y septiembre. De todos modos estamos entrenados para implementar protocolos de seguridad porque tenemos certificaciones internacionales», aclaró.
Otros problemas a la hora de exportar son los costos logísticos y el retraso cambiario. «Actualizamos los salarios de acuerdo a la inflación, y el atraso del tipo de cambio oficial nos quita competitividad», sostuvo.
Nosotros recibimos $ 105 por cada dólar de limón que exportamos, no los $ 220 del mercado paralelo. Y en el caso de las cáscaras, nos descuentan 12% de retención, y recibimos $ 85″, ilustró.
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