El Índice de Producción Industrial (IPI) mostró un retroceso del 1,4% en marzo, interrumpiendo la mejora registrada durante los meses de enero y febrero de este año. Este descenso marca un desafío para el sector, que había experimentado un inicio alentador en 2025.
Sin embargo, en términos interanuales, el IPI reflejó un incremento del 1,6% en comparación con marzo de 2024, destacando una recuperación sostenida en el último año pese a las fluctuaciones mensuales. Este dato subraya la resiliencia de la industria, aunque enfrenta factores como las condiciones macroeconómicas y la incertidumbre internacional.
Uno de los motivos de la disminución de la actividad industrial se debió a la «realización de paradas de planta en diversos sectores en marzo». Sin embargo, expusieron que «dada la magnitud del freno de la actividad en el primer semestre de 2024, la industria debería mostrar una mayor dinámica en el segundo trimestre del presente año».