contadores Solo el 16% de las PyMEs argentinas tiene un plan de transición: una alarma sobre el futuro de miles de empresas - AGENDA PyME

Solo el 16% de las PyMEs argentinas tiene un plan de transición: una alarma sobre el futuro de miles de empresas

En el mundo empresarial, las transiciones no son una opción, son una certeza que todos los dueños de negocios enfrentaremos en algún momento. La clave para asegurar la continuidad de la empresa y potenciar su valor radica en la planificación y poner en marcha y en ejecución lo que planificamos. 

A pesar de ello, mi experiencia como consultor en Exit Planning y los datos de mi última encuesta muestran que en Argentina el 84% de las pequeñas y medianas empresas (PyMEs) no cuenta con un plan documentado de transición. Aunque el 91% de los dueños reconoce su importancia, solo el 16% ha tomado medidas concretas. Esta brecha entre la toma de conciencia y la acción limita las opciones estratégicas y puede afectar significativamente el valor del negocio ante un traspaso. 

Un plan que abre puertas 

Para muchos dueños de empresa, su negocio representa el esfuerzo de toda una vida y suele concentrar entre el 80% y el 90% de su patrimonio. Tener un plan de salida no significa retirarse, sino tomar el control del futuro y decidir cuándo y cómo dar el próximo paso. 

Un proceso de planificación adecuado no solo permite afrontar imprevistos con mayor solidez, sino también estar listos para aprovechar oportunidades inesperadas, como una oferta de compra atractiva o la posibilidad de diversificar el tiempo en nuevos proyectos. Lejos de implicar un cierre de etapa, la planificación de la transición asegura que la empresa continúe generando valor y evolucionando con una nueva visión. 

PyMEs argentinas: un pilar que necesita previsión 

Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) y el Ministerio de Economía, las PyMEs representan el 99,3% del total de empresas en Argentina y generan la mayor parte del empleo privado. Sin embargo, la falta de una estrategia clara para el futuro pone en riesgo su estabilidad y crecimiento. 

Las empresas que no cuentan con un plan de transición pueden enfrentar dificultades para atraer inversores, acceder a financiamiento o mantener su competitividad en el mercado. En cambio, aquellas que trabajan en profesionalizar su gestión y definir una estrategia de sucesión están mejor preparadas para adaptarse a los cambios y aumentar su valor. 

La transición como desafío en las empresas familiares 

Uno de los mayores retos en la planificación de la transición ocurre en las empresas familiares, que representan el 62% de las PyMEs, según mi relevamiento. En estos casos, la sucesión puede ser aún más compleja: el 30% de los encuestados afirma que ningún familiar está preparado para asumir roles clave, mientras que el 22% ni siquiera tiene certeza sobre quién podría hacerlo. 

Además, el 24% de los dueños nunca ha abordado el tema de la sucesión con su familia, y solo un 12% lo hace anualmente. Diseñar un plan de transición no solo fortalece la estabilidad del negocio, sino que también permite formar a las nuevas generaciones con el tiempo suficiente para asumir responsabilidades. La profesionalización del proceso minimiza conflictos y garantiza la continuidad de la empresa con una visión de largo plazo. 

Exit Planning: estrategia para un crecimiento sostenible 

El Exit Planning es una herramienta fundamental para fortalecer la estructura y sostenibilidad de una empresa. Contar con un plan bien diseñado permite conocer el valor real del negocio, optimizar su funcionamiento, identificar posibles sucesores o compradores y definir estrategias para potenciar su crecimiento. 

Planificar no significa que un dueño realice esta transición de inmediato, sino que le otorga mayor control sobre sus decisiones y opciones a futuro, y eso implica estar preparados tanto personalmente como tener nuestras empresas bien preparadas. Las empresas que tienen una estrategia de transición bien estructurada no solo logran sostenerse en el tiempo y generar empleo, sino que también pueden independizarse de sus dueños y convertirse en organizaciones más sólidas y trascendentes. 

Prepararse para el futuro: una ventaja competitiva 

El cambio es inevitable, pero su impacto puede gestionarse de manera estratégica. Incluir la planificación de la transición en la gestión del negocio no solo ayuda a consolidar un legado, sino que también fortalece la competitividad y brinda mayor libertad a los dueños. 

No se trata únicamente de planificar con el objetivo de vender (aunque es una opción, no es la única ni la más importante), sino de garantizar que la empresa siga generando valor más allá de su fundador. La clave está en anticiparse, prepararse y convertir cada transición en una oportunidad de evolución y crecimiento. 

Gustavo Schutt, consultor especializado en Exit Planning y autor de “La reinvención del dueño»

Leer anterior

La inteligencia artificial ofrece la oportunidad de maximizar la agilidad y la sostenibilidad en 2025 para las industrias de consumo masivo

Leer siguiente

Por crecimiento de ciberataques, cada vez más empresas apelan al gaming como forma de prevención

Deje un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *