En noviembre las ventas de productos de consumo masivo cayeron un 20% en la comparación interanual, sumando once meses a la baja en la medición respecto a 2023, y totalizando una retracción del 13,5% para lo que va del año. Con todo, la retracción en el consumo sufrió una leve disminución para el mes relevado en relación a octubre, que a su vez había mostrado una leve mejora en relación a septiembre, en una señal demasiado incipiente para hablar de reactivación, pero en la que por segunda vez consecutiva se corta la recha negativa en la comparación intermensual.
Los datos corresponden a la consultora Scentia, que audita cerca de 300 categorías de consumo masivo en más de 7.000 puntos de venta pertenecientes a grandes cadenas de supermercados y autoservicios de todas las regiones del país.
De esta forma, es necesario remontarse al último mes del año pasado para observar un aumento interanual en el consumo, que igualmente fue de solo el 1,4%, aun cuando 2023 terminó en signo positivo con una suba del 2,4%, en contraste con la fortísima caída de este año del 13,5%.
El titular de Scentia, Osvaldo del Rio, señaló que para el mes informado «se mantiene la línea de lo que vimos en octubre, y solo se nota una muy leve desaceleración de 0,4 por ciento, mientras que el canal Supermercados se muestra algo más desacelerado en la retracción que los negocios de barrio», añadiendo que «el índice mensual de caída de noviembre se encuentra entre los más altos que vimos, aunque la comparación es con una base exagerada de 2023, ya que entre septiembre y noviembre se infló el consumo por el plan ‘platita'». Asimismo, señaló que «el precio promedio ponderado, que acumula un 116% de incremento, se ve muy alineado al IPC», que para estos once meses acumula un 112%.
El informe de Scentia agregó que en el desglose entre cadenas de supermercados y autoservicios, la caída interanual de noviembre fue sensiblemente diferente entre ambos, pues mientras que en los primeros las ventas bajaron un 17,4%, en los segundos llegaron a un 22,6%. Asimismo, informó que el rubro con mayor caída fueron las bebidas alcohólicas, con una retracción interanual del 19,2%, seguidas por consumos «impulsivos» (18,6%), las bebidas sin alcohol (17,5%), los elementos de higiene y cosmética (16,6%) de limpieza de ropa y hogar (13,2%), los productos generales de alimentación (9,1%), y los perecederos (8,7%).
La caída en las ventas de las grandes cadenas y autoservicios se replicaron, aunque con menor profundidad, en los almacenes de barrio y pequeñas cadenas del interior del país, que de acuerdo a Radar Scanntech cayeron en noviembre un 11,9% interanual.
El vicepresidente de Confederación General Almacenera Nacional, Fernando Savore, señaló: «Tras los muy difíciles meses de comienzo de año, con muy fuerte inflación y caída de ventas, evaluamos que a partir de noviembre tuvimos una recuperación en las ventas de entre 5 y 7 puntos en comercios de proximidad, debido a la retracción de los precios».
En este sentido, especifica que el aumento de los lácteos, que llegó al 90% en el año y produjo una caída de ventas del 20%, se frenó en los últimos meses, dando como ejemplo el queso crema, que alcanzó los $4.100 y hoy lo venden por $3.100, resaltando también que han podido elaborar una “pequeña canasta navideña por solo $5.000”.
Lo cierto es que la caída en el consumo anual es la tercera mayor de este siglo, luego de la pandemia en 2020 (21%) y la megacrisis de 2002 (22%). Según se desprende del último informe del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPYPP), la misma está estrechamente ligada a la política de recorte del gasto público, que en relación a los ingresos de la población tuvo como centro a las jubilaciones y pensiones, con una reducción real del 15,9% interanual, las Asignaciones Familiares, con una baja del 18,8% en términos reales, y los salarios públicos, que tuvieron una pérdida real estimada del 20,2%. Asimismo, según el mismo IPYPP la reducción en los subsidios para las tarifas de servicios fue del 34,2% interanual, lo que llevó a que muchos argentinos deriven una mayor parte de sus ingresos hacia el pago de las mismas en lugar del consumo masivo.
Con información de BAE Negocios