Un estudio de la Cátedra Libre Ciencia, Política y Sociedad y de la Red de Pensamiento Latinoamericano en Ciencia, Tecnología y Sociedad, analiza el fenómeno de Cientificidio en la Argentina de los últimos años y brinda datos concretos de la destrucción del sistema de Ciencia y Tecnología durante el primer año de gobierno de Javier Milei.
El trabajo analiza diversos períodos de ataque al sistema científico, arrancado por la «Noche de los Bastones Largos» en 1966; la persecución y fuga de cerebros durante la última dictadura cívico-militar de 1976-1983; el desfinanciamiento de la Ciencia durante los gobiernos liberales de Carlos Menem y Mauricio Macri, y finalmente la destrucción de organismos científicos y ataques a figuras científicas por parte del presidente Javier Milei con sus funcionarios y trolls.
Los autores de la investigación, Santiago Liaudat y Gabriel Bilmes, brindan datos concretos de la debacle de la Ciencia durante la gestión libertaria. Arranca con la degradación del ministeri de Ciencia a Subsecretaría, «la posición más baja en la arquitectura del Estado en los últimos cuarenta años. Además, enumera el cierre parcial de organismos como el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) a partir de la clausura de muchas de sus delegaciones en el interior del país, así como al vaciamiento de organismos relevantes como la Agencia I+D+i.
También menciona las facultades otorgadas por el Congreso al Poder Ejecutivo mediante la “Ley Bases”), que lo habilita a intervenir arbitrariamente en las instituciones del sector, y redefinir sus funciones. Todo ello configura un estado de incertidumbre limita, y en muchos casos anula, el desarrollo de proyectos de ciencia y tecnología.
En cuanto al impacto económico, se produjo la mayor caída presupuestaria desde la vuelta a la democracia. La prórroga en el 2024 del presupuesto 2023, en el contexto de 166% de inflación anual, implicó una reducción a un tercio de su presupuesto real. El Proyecto de Ley de Presupuesto 2025 convalida un 0,2% del PBI en inversión en ciencia y tecnología, la más baja de la historia, inclumpliendo la La Ley Nacional de Financiamiento de Ciencia, Tecnología e Innovación, aprobada en 2021 que establece que el presupuesto debe aumentar progresivamente hasta alcanzar el 1% PBI en 2032.
En el primer año de gestión de Milei, la sub-ejecución presupuestaria en áreas de Ciencia fue la Constante. En el INTI la caída fue del 46% y la Agencia I+D+i, hoy desmantelada, presentó un retroceso del 64%.
Escuchá la columna de Gabi Ensinck