En Agenda Pyme radio conversamos con Federico Poli, flamante director ejecutivo de la Fundación Observatorio Pyme, sobre la situación del sector.
Se trata de un universo heterogéneo y la primera diferencia está entre la situación de las pequeñas empresas y las medianas, y entre las Pymes Industriales y las Comerciales, explicó Poli. «Lo que muestra el primer semestre del año es que en el conjunto de las Pymes las ventas cayeron 9% y en las Pymes industriales la producción cayó 17%. Ahí se ve un proceso de destrucción de stocks. En cuanto a las Pymes comerciales, en las más pequeñas se desplomaron, y en las medianas, las ventas continuaron a pesar del escenario fuertemente recesivo».
Desde la Fundación Observatorio Pyme relevamos 500 empresas a lo largo del país todos los trimestres. Nuestra muestra se armó con el Indec y tiene representación estadística. El 6 de noviembre en un seminario en la UIA vamos a dar a conocer los resultados a nivel de empleo, producción, actividad y ventas.
Lo que estamos viendo es que la caída fue muy grande. Desde 2016 fue la contracción más fuerte de la actividad industrial, solo superada por el primer trimestre de 2020 con la pandemia. También hubo una caída del empleo. La más importante desde 2016. Por encima incluso de la que ocurrió en 2019.
En cuanto al mercado externo, «la Argentina está ante la disyuntiva de hacer una apertura importadora o exportadora. Los niveles de comercio internacional están entre los más bajos del mundo. Se puede incrementar con exportaciones, o al revés. Hoy, las mini devaluaciones van por debajo de la inflación y el atraso cambiario subsidia las importaciones y desalienta las exportaciones», señaló el economista.
Qué va a pasar con el tipo de cambio y cuánto más se va a abrir la economía? se preguntó Poli.
Y señaló que pese a la tormenta perfecta de caída del mercado interno, de la producción, las ventas y aumento de las importaciones, «hay una ventana de oportunidad, con una inflación en baja, de salir del atraso cambiario, lo que va a permitir recuperar competitividad».
Sin un marco macroeconómico que ofrezca mercado y rentabilidad, las políticas sectoriales no sirven, alertó el economista. Se requiere acceso al crédito. Y la experiencia muestra que hay que estimular a la demanda y a la oferta.
«Los gobiernos que solo se ocupan de lograr equilibrios macroeconómicos carecen de políticas industriales y para las Pymes», señaló Poli.
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