Las medidas de ajuste anunciadas por el ministro Luis Caputto fueron analizadas en Agenda Pyme Radio por Gonzalo Guiraldes, economista jefe de la consultora Audemus.
«Dado lo que recibe el gobierno de Milei, el ajuste era inevitable. Estamos sin reservas, déficit fiscal, no hay acceso a los mercados internacionales, y alta inflación. Cualquiera hubiese hecho un ajuste en la primera etapa», señaló.
En este paquete de medidas se observan medidas más pragmáticas de las que Milei dijo en campaña. Por el lado del ajuste fiscal, la mayor parte viene por suba de impuestos vinculados al comercio exterior.
Se habló mucho de las Leliqs, pero se dejó como estaban porque desarmarlas hubiera implicado bajar la tasa de interés y que la gente se vaya al dólar.
«La devaluación se va a trasladar a precios, sobre todo en diciembre y enero. Calculamos que será del 50% acumulada en estos dos meses. Cuanto mayor sea el traslado a precios, más rápido va a quedar atrasado el tipo de cambio y el ajuste de tarifas, y se va transformar en una espiral. Estamos en una dinámica de inflación parecida a los 80», describió.
«Si pensamos que hay un plan, el éxito de esta primera etapa de ajuste va a depender del financiamiento externo. Si no lo consiguen, en febrero o marzo esto se va a desarmar», aventuró.
En cuanto a la derogación de la movilidad jubilatoria, sostuvo: «la actual movilidad no sirve para el esquema inflacionario. Para calcular la jubilación de marzo se toma en referencia la recaudación de Anses de octubre a diciembre, y el índice de salarios de Indec, que también está desfasado por la inflación». El gobierno aprovecha esta situación para cambiar la fórmula.
En referencia al impacto en las provincias si se cortan las transferencias del Tesoro nacional, «ahí la situación es muy heterogénea. Hay provincias que tienen una situación fiscal robusta. Las más complicadas serían La Rioja y la provincia de Buenos Aires. Mientras que Córdoba y la ciudad de Buenos Aires tienen superavit.
El primer desafío es lograr la aprobación del paquete de medidas de reforma del Estado que aún no envió al Congreso. Es un gobierno que recién empieza y llegó con apoyo popular. Pero si en unos meses el financiamiento externo no llega, con el contexto recesivo y de alta inflación, va a perder ese apoyo.
En cuanto al discurso de justificación del ajuste del gobierno de Milei, señaló: «la mayor parte de las cifras fueron exageradas. La más extrema es decir que vamos a una hiperinflación del 15.000 %. Es más una estrategia política que un análisis económico».
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