En Agenda Pyme radio conversamos con Milton Kuret, director ejecutivo de Bodegas de Argentina sobre el reciente anuncio de quita de retenciones a las exportaciones de economías regionales como vino y mosto.
«Hemos recibido muy bien el anuncio que se concretó con un decreto que llevó a cero las retenciones. Pagábamos 4,5 puntos y se había exceptuado el pago para empresas que exportaban hasta u$s 500.000 y se reducía a la mitad para las empresas que exportaban hasta u$s un millón. Pero quedaba afuera casi el 90% de las exportaciones, que quedaban expuestas a este gravámen que se pagaba al momento de efectuar el embarque. Nosotros veníamos reclamando por la quita de esas retenciones.
No obstante, hemos tenido un crecimiento de costos por encima del tipo de cambio. Perdemos competitividad frente a los países competidores, en un mundo que disminuye las exportaciones y el consumo de vino.
El desarrollo del mercado del vino es muy lento y requiere de muchos años. Chile tuvo una política exportadora que lo llevó a celebrar tratados bilaterales con muchos países y bloques, cosa que no tiene mucho la Argentina. Los productos chilenos entran con arancel cero y nosotros pagamos en promedio 5% de arancel.
Respecto de una posible marcha atrás con esta medida por parte de un próximo gobierno, señaló: «el país necesita dólares y el vino puede traerlos, en la medida en que se le quiten las trabas y retenciones, No debería suceder, en cuanto estamos hablando de valor agregado y economías regionales».
Si las exportaciones se liquidan al tipo de cambio oficial sin retenciones en el momento de exportar y al momento de ingresar las divisas se hace un reintegro del 7% de impuestos pagados en Argentina. La rentabilidad que queda es diversa. Para el mosto, que es un commodity y compite con el de otras frutas; y en el caso de vinos embotellados los márgenes son distintos e incluso se trabaja con margen negativo. La helada tardía del año pasado nos trajo la menor cosecha en volumen de la historia en 2023. Las compañías absorbieron los costos porque es difícil aumentar los precios de venta en el mundo. En los segmentos más bajos la rentabilidad es muy pequeña», explica.
En el mercado interno sucede algo parecido. En el canal masivo, por el sistema precios justos, las cadenas no aceptan listas de precios con una suba mayor al 5%. Empiezan a aparecer diferencias de precios según el lugar donde se compran los vinos.
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