Cuatro amigos emprendedores descubrieron los «dumplings» (una especie de empanada asiática) en un viaje a Nueva York y al volver a Buenos Aires decidieron fundar un restaurante de comida japonesa y coreana en Palermo.
Lo bautizaron Koi, en honor a un pez mitológico oriental que, como el salmón, nada contra la corriente. El primer local abrió en 2016, y hoy cuentan con seis más (uno de ellos en Merkat Villa Crespo) en Capital y zona Norte del Gran Buenos Aires.
En 2021, con una inversión de u$s 700.000, montaron una cocina industrial en el barrio porteño de Paternal, donde trabajan 38 personas. Allí proecesan unos 80 mil dumplings por mes, y elaboran también otras especialidades como Ramen, Baos y Buns.
En este camino, desarrollaron algunos proveedores locales para insumos que son dificiles de importar y planean crecer otorgando franquicias.
«El público que más nos sigue son parejas y grupos de amigos de 25 a 35. Algunos son fanáticos del animé y la cultura oriental», cuenta Sebastián Guido, uno de sus fundadores.