Una encuesta de la Cámara Argentina de Comercio (CAC) reveló el impacto de las restricciones a las importaciones en las Pymes. Sobre este tema conversamos con Matías Bolis Wilson, economista jefe de la entidad.
«El 76% de las empresas que relevamos dijeron que en los últimos meses solo les fueron aprobadas menos de un 25% de las SIRA (Sistema de Importaciones de la República Argentina», apuntó Wilson. «Y el 93% dijo que la imposibilidad de importar afectó su stock e inventarios. Esto en Economía se llama Restricción Externa, y es algo que está pasando en la economía real», destacó el economista y docente.
«Es algo que viene de vieja data. Estos detenimientos en stop and go, ocurren en economías que no tienen un superavit comercial constante y deben recurrir al financiamiento. Estructuralmente en Argentina, cuando crece el Producto 1% las importaciones crecen 3%, es lo que ocurre cuando hay crecimiento económico», explicó.
«La contracara es que el año pasado las exportaciones fueron más caras que las importaciones, pero en el segundo semestre eso empezó a revertirse. Argentina exporta 64% de productos primarios y manufacturas agropecuarias. Si este año el conflicto entre Rusia y Ucrania sigue, los precios de los commodities van a aumentar, pero no tanto porque por la intervención de la Reserva Federal el dólar no va a estar tan fuerte. Además, la sequía seguirá afectando al campo», señaló.
En cuanto al plazo de 180 días con el que se aprueban las SIRA, comentó que resulta inviable para las empresas.
«El sentido del comercio exterior es financiar las importaciones de productos que no se fabrican localmente, y hay tres formas: la primera es exportando más, la segunda recibiendo inversión extranjera directa (en lo que Argentina no está muy bien) o tomar deuda pública o privada», explicó. El Estado puede tomar deuda y darle los dólares a los privados, o las empresas, si pueden, financiarse en el exterior con proveedores. Pero si el Banco Central no tiene los dólares hoy, qué garantía hay de que los tenga en 180 días… El financiamiento en el exterior no es tan sencillo para las Pymes», destacó.
Solo el 10% o 12% de lo que importa Argentina son bienes finales. El resto son bienes de capital, piezas e insumos que se necesitan para la producción. Si no se puede importar hay una caída en la oferta agregada. Es Teoría Económica y se reflejó en la encuesta que hicimos en CAC», detalló.
«Al empezar a debilitarse las exportaciones, el gobierno debe elegir qué hacer con los pocos dólares que tiene. Si guardar las reservas como le pide el Fondo (Monetario Internacional) o habilitarlas para la importación y producción. Es un difícil equilibrio», analizó.
En cuanto al nivel de actividad en enero, destacó: «hubo un impacto del Turismo. Hotelería y gastronomía se está recuperando rápido, pero todavía está por debajo de 2019. Y comercio ya está en los niveles pre-pandemia. Si miramos el EMAE (estimador mensual de la actividad económica, del Indec), vemos que a partir de 2011 Argentina se plancha y tiene problemas de crecimiento. Hay que hacer reformas por el lado de la productividad, porque el mundo está cambiando muy rápido.
Respecto de los datos de recaudación impositiva, que creció un 100%, Wilson remarcó: «no hay razones para hablar de un boom de consumo, aunque estamos en un año electoral. La recuperación contra 2021, una base baja, hubo caídas en la producción y las ventas. Y tenemos el problema de la inflación».
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