Sistema B, una organización que promueve a las empresas con propósito, cumple 10 años en Argentina y está presente en más de 18 países de la región. De las 5500 Empresas B que hay en el mundo, más de 900 están en latinoamérica y, juntas, facturan U$D 63 mil millones y emplean a 120 mil personas. Son empresas que se comprometen a llevar altos estándares de transparencia, responsabilidad y mejora continua.
La iniciativa surgió en 2012, cuando los emprendedores Juan Pablo Larenas, Gonzalo Muñoz, María Emilia Correa y Pedro Tarak se unieron con el propósito de crear un ecosistema de empresas para dar solución a los problemas sociales y ambientales más urgentes. “Estaba surgiendo un nuevo capitalismo y que era necesario cambiar el ADN de las empresas. Era importante que las empresas replanteen su modelo económico y colaboren con las necesidades de la sociedad y el ambiente para ser mejores no sólo en los negocios, sino para las personas y la naturaleza”, comenta Peblo Tarak, cofundador de Sistema B.
A partir de este objetivo conjunto, decidieron traer el Movimiento B a la región, que había sido creado en el 2006 por B Lab, una organización internacional con origen en EE.UU., que promueve una economía inclusiva, equitativa y regenerativa, a través de la certificación de Empresas B. Así, fundaron Sistema B con el propósito de extender la certificación y este ecosistema de triple impacto a toda América Latina y Caribe. La organización tiene como misión construir ecosistemas favorables para un mercado que resuelva problemas sociales y ambientales, trabajando con todos los actores del mercado: empresas, inversionistas, académicos, abogados y el estado.
El proceso para certificar como Empresa B inicia con la Evaluación de Impacto B, que mide la gestión integral del negocio, considerando el impacto en 5 ejes: gobernanza, comunidad, trabajadores, medio ambiente y clientes. Quienes logren alcanzar el puntaje mínimo requerido y atraviesen las instancias de verificación, obtienen la Certificación de Empresa B. La misma tiene una duración de tres años y es renovable. Más que un sello de perfección, constituye un compromiso de mejora continua y una nueva manera de hacer negocios.
En estos diez años de existencia en la Argentina, se sucedieron algunos hitos como la sanción de leyes que reconocen a las empresas de triple impacto en Uruguay, Colombia, Perú y Ecuador. Aunque en Argentina, la Ley de Empresas BIC (Beneficio e Interés Comunitario) sigue siendo una cuenta pendiente.
La UNCuyo, es primera universidad en latinoamérica en ofrecer la orientación en Triple Impacto.
Las empresas B asumieron un Compromiso de Carbono Neutralidad a 2030 (20 años antes de las metas marcadas por el acuerdo de París para 2050.)
Betterfly, Empresa B de Insurtech Chilena, se convirtió en el primer unicornio social en Latinoamérica.
Se lanzaron las primeras ordenanzas de Compras Públicas Sostenibles. Durante el 2019, en el marco de Mendoza +B.
El llamado urgente: Un Día B para acelerar el impacto
En el marco de los 10 años y bajo el lema “Aceleremos el impacto”, el 4 de noviembre en la Ciudad de Rosario, se llevará a cabo el Día B, el Encuentro Nacional del Movimiento Global B de que participarán empresarios, académicos, intendentes, legisladores y organizaciones sociales de todo el país. El Día B reunirá a los principales actores para acelerar las Nuevas Economías en Argentina, con el objetivo de encontrar mejores soluciones a las problemáticas sociales y ambientales más urgentes.