Aunque no se perciba, muchas de las actividades y labores que se realizan en el campo y sector agropecuario implican el uso de la tecnología.
Se puede definir la tecnología aplicada al campo como cualquier herramienta que suponga un avance en el modelo de trabajo y que mejore la eficiencia del sector. Aunque no se perciba, muchas de las actividades y labores que se realizan en el campo y sector agropecuario implican el uso de la tecnología.
Se podría decir que la tecnología va de la mano del negocio rural ya que desde siempre el productor o comerciante agropecuario ha procurado facilitarse la ardua labor que implica el campo. Desde drones para obtener imágenes de alta resolución de los cultivos, la navegación con GPS para media áreas, planificar plantaciones y hasta los tractores conectados vía satélite al teléfono móvil, la tecnología supone avances y mejoras en la eficiencia de la explotación del sector. En la actualidad la tecnificación del campo hizo que hoy hablemos de Smart Agro, Agrotech o Agricultural Technology, conceptos que ponen a la informática en el centro del negocio.
Hoy estamos en plena revolución digital la que también llegó al campo y la que nos permite superar y resolver unos cuantos desafíos. Retos que tienen que ver con el sector y con metas ambiciosas relacionadas con un planeta superpoblado, globalizado y en el que los recursos son claramente finitos. En este contexto es que la tecnología aplicada al campo debe cumplir 3 condiciones fundamentales:
- Facilitar, o directamente realizar, el trabajo de los agricultores, ganaderos o comerciantes del sector; como también haciendo más fácil el uso de la información y datos.
- Aumentar los rendimientos y ganancias del negocio. La tecnología debe ayudar a optimizar la rentabilidad, por eso tiene que sea económica y accesible.
- Ahorrar en los insumos y procesos que implica la producción o el comercio. Otro de los grandes beneficios del uso de cualquier tipo de tecnología es el ahorro de tiempo, organizando y accediendo más rápido a la información.
Partiendo de estas ventajas, cada vez son más los pequeños y medianos comercios que siguen incorporando a sus procesos los avances en tecnología. Se podría decir que es casi imprescindible contar con ella para el desarrollo y crecimiento del negocio, ya que toda esta tecnología es la que ayuda a organizar y sacar el máximo provecho. El objetivo hoy del sector es poder realizar las actividades con el mínimo tiempo, el mínimo personal posible y al menor costo y es acá donde la tecnología debe brindar las herramientas necesarias para satisfacer dichos requerimientos.
Por: Vicente Leo Martín, fundador y CEO de Flash Agro- Agrotech argentina para la compra y venta entre productores y servicios asociados a la producción agropecuaria
