Por: Gabriela Ensinck
Con motivo de la celebración del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, el 9 de agosto, la bodega comunitaria tucumana Los Amaichas realizó su presentación en Buenos Aires. El proyecto se inició en 2011 y fue inagurado el 1° de agosto de 2016.
Se trata de la primera bodega en el país y tercera en el mundo que pertenece a una Comunidad Originaria. Y sus orígenes se remontan a más de tres siglos atrás, ya que desde ese momento se producía vino en la zona.
Ubicada a 165 kilómetros de San Miguel de Tucumán, Amaicha del Valle es una comunidad rural de 5000 habitantes regida por un gobierno indígena.
Enmarcada en un paisaje excepcional, la comunidad lleva adelante emprendimientos turísticos de alojamiento, gastronomía y visitas guidas al lugar, a cargo de sus pobladores originarios.
La Bodega se encuentra a 2300 metros de altura y se construyó bajo los principios que rigen en la comunidad, en armonía con los productores, el cacique y el Consejo de Ancianos. Su estilo es circular debido a la forma que toman sus viviendas dentro de la cultura ancestral, y en sus materiales predomina la piedra, regulando la temperatura óptima para estacionar el vino naturalmente sin necesidad de refrigeración.
Se trata de un emprendimiento comunitario formado por 45 familias único en el país y el tercero en su tipo en el mundo, después de los que se encuentran en Canadá y Australia.
Allí se elabora uno de los mejores vinos de altura de nuestro país, bajo los 13 principios Sumak Kawsay (del Buen Vivir, en lengua Quechua). Actualmente se producen dos variedades: Criolla y Malbec.