Pese a un contexto de caída en el consumo y pandemia, Verónica Celia creó en 2020 LK Buenos Aires, una empresa de zapatos que en dos años cuadruplicó sus ventas y duplicó la cantidad de empleados.
LK Buenos Aires «nació por la dificultad de buscar en locales de zapatos lo que no podía encontrar. Calzo 32 y en Argentina ese talle solo se produce para niños. Entonces, me puse manos a la obra y le di vida a la primera colección de zapatos capaz de atender las necesidades de muchas personas con talles XXS y XXL. Así es como desde el inicio de la pandemia ofrecemos zapatos en talles inéditos (del 31 al 35 y del 41 al 45)», explica Celia.
«Comencé a desarrollar este proyecto en 2019; hubo que hacer matrices, hormas y otros insumos de producción desde cero. Arrancó como un emprendimiento social y hoy se convirtió en empresa», detalló
«Al principio tuve que enfrentarme a situaciones complejas. Después del arduo trabajo que fue conseguir la matricería y otros insumos necesarios para salir al mercado, llegaron los cierres sanitarios y la gente no necesitaba ni ropa ni zapatos. En ese contexto pensaba que iba a fracasar pero en mayo de 2020 empezaron a concretarse las primeras ventas online», comentó.
La difusión del emprendimiento comenzó a través de las redes sociales, y después abrió una tienda web con una primera colección de 250 pares. Más adelante se sumó al equipo el diseñador Fabián Paz, quien lanzó una nueva colección FW2022, con la que la firma espera cuadruplicar las ventas.
«Existen marcas que producen zapatos de algunos talles XXL, pero no de nuestracalidad. También se hacen zapatos a medida pero en ese caso, la clienta tiene que esperar de 30 a 45 días para la entrega del producto. No existe otra marca que realice colecciones para talles especiales con alto diseño y calidad», destacó la emprendedora.
Por el momento, la firma tiene un showroom en Belgrano (Libertador y Juramento) y planes de abrir otros puntos de ventas en el 2023. Uno de sus diferenciales es el servicio LK At Home (que representó el 70% de la facturación) por el que se envían a la casa de la clienta un máximo de seis pares de zapatos con una alfombra que les permita probarse el modelo elegido con sus diferentes outfit, viviendo una experiencia única. «El pedido es armado por una asesora en base a las preferencias de cada clienta, quien puede probarse los zapatos en la comodidad de su casa, efectuando la devolución de los pares que no quiera. Nosotros nos encargamos del envío y el retiro», explicó Celia.
Para este año «nuestra intención es llegar a otros países», adelantó la emprendedora