Este tipo de financiamiento permitió que las pequeñas y medianas empresas proveedoras de grandes compañías puedan financiarse de manera rápida y con menores costos.
La cantidad de Facturas de Crédito Electrónica MiPyME (FCEM) tuvo un significativo crecimiento en el último año: tuvo un incremento del 59%, tras al pasar de 3.121 a 4.953.
Esta herramienta son usadas por las pequeñas y medianas empresas como herramienta para financiarse y obtener capital de trabajo.
También se multiplicó en cuanto a los montos negociados: se incrementó en un 453%, totalizando $17.700 millones en el año 2021, tanto para ser descontadas en el mercado de capitales a través del Mercado Argentino de Valores (MAV) o de entidades bancarias.
Es para destacar la importancia del uso de la FCEM como herramienta de financiamiento en la cadena del petróleo y gas, donde se descontaron en 2021 un total de casi $8.500 millones impulsadas por las MiPyMEs proveedoras de YPF S.A., subsidiarias asociadas y negocios. Esto significa, según el estudio “Características de las PyMEs proveedoras de la cadena de petróleo y gas” publicado este mes por la Secretaría de la Pequeña Empresa y los Emprendedores y el Centro de Estudios para la Producción (CEP XXI), un 48% del total del monto negociado.
El régimen de FCEM ofrece algunas ventajas para las empresas de menor tamaño ya que el titular de la deuda es la gran empresa: no necesita garantía, disminuye el costo del financiamiento y además no le consume el cupo de crédito disponible a la MiPyME con instituciones financieras.
La FCEM establece que una micro, pequeña o mediana empresa está obligada a emitir este comprobante en todas las operaciones comerciales que realiza con una empresa grande (de un listado público difundido por la AFIP en su web), siempre que el monto total sea igual o superior a $195.698. Esta herramienta ofrece oportunidad de financiamiento para las más de 219 mil empresas que son parte de la cadena de valor de las más grandes como proveedoras.
Cuando una MiPyME emite la FCEM, puede optar por transferirla a un Agente de Depósito Colectivo para su negociación en el Mercado de Capitales (opción tradicional) o al Sistema de Circulación Abierta (SCA) para su endoso, cesión, aval, descuento o depósito en el Sistema Bancario (nueva opción desde el Home Banking). A su vez, también pueden ser negociadas mediante sistemas informáticos que faciliten la realización de operaciones de factoraje.