Por Gabriela Ensinck
Los datos surgen de la última Encuesta sobre I+D (investigación y desarrollo) del Sector Empresario Argentino (ESID), del ministerio de Ciencia. El relevamiento se basa en una muestra de 2.000 empresas que han tenido actividades de I+D el último año, siendo el 84% de ellas Pymes.
De acuerdo a esta encuesta, unas 1.000 empresas realizaron actividades de I+D en 2019. (Los datos de 2020, y el impacto de la pandemia en la investigación y desarrollo, se conocerán el año próximo). La inversión, así como los recursos humanos especializados en Ciencia y Tecnología se encuentran muy concentrados en pocas empresas generalmente multinacionales y multilatinas.
«Los niveles de inversión del sector privado en I+D son bajos, incluso en comparación con otros países de la región”, dijo al presentar los resultados de la encuesta el subsecretario de Estudios y Prospectiva, Eduardo Mallo. “Más del 84% de las empresas relevadas son PyMES de capitales nacionales, sin embargo, la inversión en I+D se explica por un puñado de grandes empresas y multinacionales”, agregó.
En 2019 el 36% de la I+D de nuestro país fue realizada por el sector empresas, participación que fue creciendo en los últimos años producto de una caída abrupta de la I+D realizada por las instituciones públicas. “La amplia mayoría que realiza actividades de I+D son empresas con capitales de origen nacional, sin embargo casi el 60% de la inversión es realizada por empresas multinacionales”, explicó Manuel Wainfeld, responsable de la ESID.
En esta línea, el informe advierte que la estructura del sector productivo se encuentra dominada por pequeñas y medianas empresas y, en una relación bastante lógica con esta distribución, la mayor cantidad de empresas que invierten en actividades de I+D se encuentra también entre este grupo de PyMES, alcanzando éstas el 76% del total. Sin embargo y, en relación con la estructura productiva nacional, la mayor parte de la inversión del sector productivo no se explica por este grupo mayoritario en términos numéricos, sino por el aporte de las empresas de mayor tamaño y, en particular, de las multinacionales, y que se focalizan en pocos sectores productivos.
Otro punto a destacar es que “el 69% de los investigadores son varones, es muy baja la participación de las mujeres y desciende en relación al nivel jerárquico”, sostuvo Manuel. Otra especificidad del perfil de los recursos humanos es la baja proporción de participación de doctores en empresas: sólo el 7% de los y las investigadoras empleadas en el sector empresario cuentan con formación de doctorado (y sólo el 13% de las empresas tienen un doctor/a entre sus recursos humanos en I+D).
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