La mala gestión de los equipos de protección personal (EPP) durante la pandemia de COVID-19, con un uso estimado mensual de 129 mil millones de máscaras faciales y 65 mil millones de guantes en todo el mundo, está causando una contaminación ambiental generalizada. Esto plantea un riesgo para la salud pública, ya que los desechos son un vector para el virus del SARS-CoV-2, que sobrevive hasta 3 días en los plásticos, y también hay amplios impactos en los ecosistemas y organismos.
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