Un estudio del BID y el Prodem (Programa de Desarrollo Emprendedor, de la Universidad General Sarmiento), revelan los efectos la pandemia en los emprendimientos y las instituciones que los apoyan en América latina.
Según este informe, el impacto es demoledor:
📌 8 de cada 10 emprendimientos están en crisis. La mitad de quienes aún no habían puesto en marcha su emprendimiento interrumpieron el proceso, mientras que un 53% de los que ya vendían, dejaron de hacerlo. Y lo más preocupante, solo 50% podría resistir hasta dos meses sin cerrar la empresa.
📌 Los impactos son mayores entre las empresas más jóvenes: 2 de cada 3 empresas con menos de un año de vida dejaron de vender, frente a algo menos de la mitad de las que tienen 3 años o más. En cambio, en el sector tecnológico el impacto fue mucho menor: el 29% de las tecnológicas dejó de vender, frente a más del 80% en otros sectores de servicio; mientras que apenas un tercio de las empresas más dinámicas dejaron de vender, frente al 53% del promedio general.
El informe también destaca que las instituciones de apoyo a emprendedores se vieron afectadas:
📌 2 de cada 3 suspendieron o redujeron su trabajo con emprendedores. Los principales problemas que enfrentan son la falta de servicios apropiados para las necesidades de los emprendedores en la emergencia (68%) y la incertidumbre sobre su funcionamiento futuro (64%), así como las caídas significativas de sus fuentes de financiamiento (62%). Y solo una de cada cuatro organizaciones es optimista con respecto a la pronta recuperación de su actividad.
📌 La principal respuesta que están dando estas organizaciones es brindar cursos y seminarios virtuales (66%). Son menos frecuentes el acompañamiento online (18%), las mentorías (5%) o la gestión de apoyos públicos para aliviar a las empresas (3%).
📌Ante la crisis, la mayoría de los emprendedores refiere que solo cuenta con el apoyo de su equipo interno (56%) y, en menor medida, de su red social más próxima como familiares y amigos (39%). Al parecer las organizaciones del ecosistema no estarían jugando un rol protagónico de acompañamiento en la etapa actual. Un 44% calificó la reacción de estas organizaciones y su apoyo como lento e insuficiente, o incluso inexistente (29%).
📌 Una experiencia positiva fue la organización de hackatones de soluciones tecnológicas para enfrentar la pandemia, y e iniciativas como la impulsada desde la Unidad Coronavirus y el Cofecyt en Argentina.
Cómo impulsar la recuperación
El informe también brinda algunas recomendaciones para salir de la crisis:
📌 Impulsar el financiamiento , vía aportes no reembolsables (ANR) tanto para atender la emergencia como para repensar sus modelos de negocios postpandemia.
📌 Generar demanda y compras del Estado, ligadas a la innovación, y potenciar propuestas hacia los desafíos sociales y productivos del escenario posterior a la pandemia.
📌 También contemplar a las organizaciones del ecosistema de innovación, apoyándolas para enfrentar y superar esta crisis, acompañando la adaptación de sus servicios a las nuevas necesidades de los emprendedores.
Accedé al informe completo acá:
Y escuchá la columna de Gabi Ensinck sobre este tema acá: