Javier Miranda tenía una imprenta familiar y estaba a punto de fundirse. Hoy su empresa Grupo Uno Led instala pantallas y exporta servicios.
En 2013, Javier Miranda, socio de una imprenta familiar en la localidad bonaerense de Caseros, recibió la noticia de que su cliente más importante se daba de baja. Sus hijas mellizas acababan de nacer, y junto a su esposa, Yessica, apenas lograban pagar el alquiler del departamento donde vivían.
Casi al mismo tiempo, cuenta, recibió un llamado. «¿Ahí en tu imprenta vendés e instalás pantallas led?», le preguntaban del otro lado de la línea. “Sí, por supuesto. Mañana te paso un presupuesto”, fue su respuesta, casi automática, entre llantos, pañales y mamaderas para lavar. Colgó el teléfono y preguntó a su mujer: «¿Qué es una pantalla led?«.
El cliente tenía un restaurante tipo bodegón en Villegas, y quería poner la pantalla en el techo. “En cada semáforo tenés 12 segundos para pasar un aviso», le dijo. «Pero a diferencia de los carteles convencionales, se puede alquilar el espacio a varios anunciantes”, fue su argumento de venta. A la semana siguiente, junto a un herrero de Villegas, colocaron la primera pantalla, de 3 x 2 metros. En tres meses, cuenta, su cliente había amortizado la inversión con el alquiler de espacio para anuncios luminosos a otros comerciantes de la zona.
(Nota completa en la revista Pymes de Octubre 2019 y en Clarín.com