*Por Ignacio Ayanz, socio fundador de ALP Group
La invasión de Rusia a Ucrania genera, entre otras cosas, un cambio en el mercado internacional de energía cuya consecuencia más inmediata es el aumento de los precios del gas y del petróleo. Con ello, la compleja situación de la Argentina en materia energética se vuelve aún más incierta en términos de abastecimiento y de precios. Luego de aprobarse el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el gran desafío del Gobierno para los próximos meses será administrar la ya anunciada escasez de gas y el inminente aumento de tarifas.
En este marco, las empresas serán las principales afectadas por la reducción de subsidios. Aquí es donde las energías renovables pueden jugar un rol fundamental a la hora de repensar estrategias para hacer más eficiente su negocio y, en simultáneo, colaborar con el cuidado del ambiente a través de la utilización de energías limpias.
Si nos detenemos en los beneficios económicos para las empresas, las razones por las cuales invertir en paneles fotovoltaicos son múltiples. A modo de ejemplo, en provincias con tarifas promedio superiores a AR$ 6,5 kw/H y asumiendo un ajuste sólo de la mitad de la inflación por año, el ahorro en el consumo eléctrico hace que un proyecto de 20 kw se repague en 5 años. Pero además desde que se reglamentó la Ley 27.424 (conocida como la “Ley de energía distribuida”), hay beneficios impositivos en las provincias adheridas a la ley lo cual permite acortar el plazo de repago de la inversión a 4 años (en lugar de 5 años) como consecuencia de la aplicación del Certificado de Crédito Fiscal.
En cuanto a los beneficios ambientales, los paneles reducen la huella de CO2, evitan el uso de fuentes contaminantes para la generación de energía y disminuyen la temperatura ambiente, colaborando con el aislamiento térmico.
Además, desde que se reglamentó la Ley 27.424 (conocida como la “Ley de energía distribuida”) en 2018, la generación de energía a partir de fuentes renovables puede utilizarse para autoconsumo y, en caso de haber excedente, puede inyectarse a la red de distribución. También hay beneficios impositivos en las provincias adheridas a la Ley. Esto último permite acortar el plazo de repago de la inversión que, en el ejemplo mencionado anteriormente, podría reducirse hasta 3 años (en lugar de 5 años) como consecuencia de la aplicación del Certificado de Crédito Fiscal.
Para graficar el crecimiento de la generación distribuida, la Secretaría de Energía informó en enero 2022 que la cantidad de KW instalados y conectados a la red casi se triplicó (llegó a 9.824 kw en enero de 2022 vs. 3.599 kw un año atrás).
Córdoba concentró el 59% de esa potencia instalada debido a dos factores: primero, porque las tarifas en Córdoba son unas de las más caras del país; segundo, por los altos niveles de radiación de esa provincia.
Con la ley de energía distribuida, la posibilidad de inyectar excedentes a la red de distribución permite empoderar al usuario, que pasa a tener un rol activo con respecto a su consumo de electricidad.
Este es justamente el punto central que tomamos en ALP Group para concentrarnos en los sectores que, a partir de la incorporación de tecnología fotovoltaica, mejoran su estructura de costos frente a la competencia que mantiene el 100% del consumo de red eléctrica, quedando expuesta a la variación de la tarifa.
En este sentido, lanzamos la posibilidad de adquirir paneles fotovoltaicos mediante un leasing a 5 años. Esta herramienta financiera permite el acceso a este tipo de energía renovable sin inmovilizar capital y generando ahorros de manera inmediata en el consumo eléctrico y también ahorros impositivos por la deducción del canon mensual y amortizaciones. El canon mensual tiene un mantenimiento preventivo anual incluido y los paneles solares son “Tier one” lo que significa que tienen 25 años de garantía de generación.
Una vez terminado el plazo del leasing el cliente obtiene una producción de energía durante 20 años más sin gastos asociados. La adquisición de un panel actúa como una pre-compra de energía, generando previsibilidad, algo que en la Argentina de hoy no es un detalle menor.