• Por Carlos Ensinck, economista y ex ministro de Hacienda de Santa Fe

En una reciente publicación de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) se publica un artículo del economista argentino Matías Kulfas “Políticas e Instituciones de apoyo a las Mipymes en la Argentina de 2000 a 2015”. 

Más allá del interés que despierta el tema, avalado por los antecedentes académicos del autor, la circunstancia de ser una de las figuras sobre la que existen generalizadas expectativas de ocupar algún cargo relevante durante un eventual gobierno presidido por Alberto Fernández, otorgan al artículo un especial interés. 

Lo planteado por el economista es una evaluación de las políticas aplicadas sobre las Mipymes hasta el año 2015. No es mi intención ensayar un resúmen de lo expuesto en la publicación citada, cuya lectura recomiendo, sino destacar las que considero de mayor relevancia. 

Con este criterio, no puedo dejar de mencionar la propuesta de cambiar el foco de atención sobre las pymes consideradas en forma individual a un enfoque centrado en aglomerados productivos (clusters). 

Lo que se está proponiendo es alentar la conformación de empresas interrelacionadas en un mismo sector productivo, que colaboran estratégicamente para obtener beneficios comunes. Estas medidas, señala el autor, implicarán aplicar los diferentes instrumentos de política existentes sobre aglomerados productivos, lo que supondrá privilegiar el estímulo al cambio estructural por sobre la asistencia de tipo individual. 

Desde esta perspectiva, el modelo de intervención implica la existencia de dos criterios de aplicación de políticas: las horizontales, orientadas a la capacitación y, en general, a la cultura emprendedora; y la vertical que se orienta a promover el cambio estructural. 

Más allá de la profundidad de la crisis en que nos encontramos y la urgente necesidad de superarla, es alentador que, en las propuestas políticas, se incorporen objetivos de desarrollo más amplios y horizontes más lejanos.